Cuando empecé a subir montañas, mi padre siempre me preguntaba, qué era lo que encontraba en la cima. Nunca supe responderle con claridad, es una sensación de bienestar y de victoria, de paz interior. En este deporte, llegar a la cima nunca es el final del objetivo cumplido. Os imagináis en un partido de fútbol a los jugadores que van ganando en la media parte celebrando la victoria? No, verdad?. Los alpinistas aún celebrando en la cima haber conseguido llegar a ella, siempre nos espera esa segunda parte, volver a bajar, y realmente la verdadera victoria es llegar al inicio de la expedición. Siempre en compañía de los tuyos, porque la montaña me enseñó que de nada sirve llegar a la cima si estás sólo.
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