MIRADOR DE LOS BUITRES

Uno de los sitios en donde se puede encontrar esa sensación de plenitud y paz interior es en "el mirador de los buitres" cerca de Loarre, donde el verano tiene un atardecer realmente mágico. Los buitres aleonados vuelan dejándose llevar por el viento, indiferentes a nuestra presencia. Hay una vista fantástica de los "mallos de Riglos" mientras el Sol va desapareciendo tras de ellos. Un padre enseña a su hijo, no sin la precaución de tenerlo bien amarrado a sus brazos, el inmenso abismo que hay entre las paredes repletas de nidos de águilas donde descansan los huevos de futuros ejemplares. Es el momento de inmortalizar el lugar.