El Midi d’Ossau siempre me ha encantado, esa mole rocosa rodeada de mantos verdes y lagos de aguas transparentes. La instantánea fue tomada desde la ruta hacia el Pico de Peyreget de 2487 metros. unos 400 metros más bajito que el coloso que se alzaba ante nuestro ojos como lo que es, un gigante de roca inmenso y poderoso. Esta vez dejamos que nos observe, mientras miramos con el rabillo del ojo y pasamos en nuestro recorrido como si ni siquiera lo hubiésemos visto, como si el observarlo en exceso pudiera desatar su furia y por temor pasamos junto a él sigilosamente. Me atrevo a mirarlo a través del visor y disparo, nada más, sigo mi marcha.
sábado, 26 de noviembre de 2016
lunes, 21 de noviembre de 2016
TAEKONDO
En ocasiones, la vida te da patadas como en taekondo, de las que te duelen, y tu debes absorverlas lo mejor que puedas para poder seguir luchando, para poder seguir compitiendo, para poder ganarle un raund más a la muerte. Esas patadas tan duras y tan dolorosas, las que te vienen sin aviso, las que te desequilibran y las que te pueden vencer sin apenas haberte dado ni cuenta, las que debes temer más que ningunas porque son las que no te avisan y te tumban en la lona y te hacen perder. Ya se sabe, unos ganan...
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