Cuando realizo una excursión, normalmente no cargo con todos mis objetivos fotográficos ni tampoco con el trípode, me limito a ir con una compacta de gama media y hacer fotografía de reportaje que consiste en fotografiarlo todo mientras sigues andando, más tarde ya podré retocar en casa con mi programa favorito.
En esta ocasión excursioneamos por bosques, lagos de montaña y cumbres agrestes del valle pirenaico de Carança, muy bien dotado de atractivos naturales, aunque el mayor de todos es su aislamiento, defendido por abajo por las gargantas del río, y por arriba por la cadena montañosa.
Desde Francia, el acceso por el río se ha forzado mediante cornisas excavadas en la roca, pasarelas y puentes colgantes. El visitante recorre fácilmente este parque de atracciones natural, donde pone a prueba su dominio del miedo a las alturas, mientras, bajo sus pies, el río se abre paso entre las paredes de roca.
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