En el transcurso de la II Guerra Mundial, la estación ferroviaria internacional de Canfranc llegó a convertirse en un punto estratégico, una Casablanca pirenaica por la que pasaron espías de la resistencia francesa, judíos que huían de las SS y toneladas de oro del expolio nazi.
La estación fue inaugurada el 18 de julio de 1928 por el Rey Alfonso XIII, el Presidente francés Msr. Doumergue, y el general-dictador Primo de Rivera.
En la actualidad la estación está en ruinas y abandonada, algunos vagones parados eternamente en algún final de vía me sirvieron para inmortalizar el paso del tiempo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario