SALTAMONTES

Había una vez, un saltamontes en mi parabrisas del coche. Cuando estuve sentado delante del volante y con la mano en la llave para darle al arranque, me dio por acercarme hacia el cristal y mirar las grietas que tenía este insecto en su cuerpo, sus ojos fijos sin pestañas, o por lo menos no las usaba, y sus patas posadas en el vidrio trasparente. Despacio alargué el brazo hacia el asiento del copiloto donde posaba mi estuche con la cámara fotográfica, esperando que al bicho no se le ocurriera empezar a realizar un salto, habituales en estos animales. Sin dejar de mirarlo hice rodar la esfera de programas de mi Nikon hasta que por el rabillo del ojo observé que había llegado a la opción de “macro”. Me coloqué la cámara en la cara y empecé a encuadrar la escena, acercándome lo que pudo dar el enfoque del objetivo, abrí diafragma y aumenté velocidad hasta que mi sensor manual me indicó una luz perfecta.

 Disparé y saltó.

 

MASIA FRANCESA

Recuperada del baúl olvidado del fondo de mi PC, esta fotografía realizada en mayo del 2008 en el sur de Francia, me recordó esa época medieval del señor de los anillo y juegos de rol que tanto sigo añorando, recuerdo los momentos de complicidad entre mis dos hijos y yo. Horas y horas imaginando e interpretando el juego de tronos y reyes, mazmorras y dragones, héroes y malvados, espadas y martillos rúnicos. Esta casona francesa, sin duda, nos inspiró, para la siguiente aventura de nuestros personajes. Maneras de disfrutar maravillosas que perduran en nuestra memoria

RÍO EN MOVIMIENTO

La vida es como una gota de agua dulce que desde su nacimiento en alta montaña hasta que muere salinizada por el mar, fluye constantemente entre meandros, salpicando de un lado a otro, de orilla a orilla, dando sentimientos, ilusiones y también tristezas, logrando, en algunos momentos llegar a parar el tiempo, es entonces cuando con una larga exposición captas el movimiento, es entonces cuando con un largo respiro, recuperas lo anhelado, como la sonrisa chillona y el carcajeo de un niño, el río te hace sentir… la emoción de estar vivo.

 

MOLINOS DE VIENTO

–¿Qué gigantes? –dijo Sancho Panza. –Aquellos que allí ves –respondió su amo– de los brazos largos, que los suelen tener algunos de casi dos leguas.

¿No es acaso este capítulo de Don Quijote una perfecta metáfora de la vida en si? "Quitándole lo quijotesco" y dejando la reflexión de cómo es la lucha por conseguir encajar, en un mundo lleno de trampas autoimpuestas por el propio hombre en pos de intereses poco nobles...

CALA ESTRETA

Cala Estreta es una preciosa playa virgen rodeada de acantilados. Se accede a ella caminando un largo trecho entre agradables bosques de pinos. Para llegar debe tomarse el Camino de Ronda que une la playa de El Castell con Calella de Palafrugell y desviarse por un pequeño sendero señalizado. La playa tiene unos doscientos metros de longitud por apenas 5 de amplitud y está formada por arena de grano grueso. No dispone de ningún servicio, a excepción de un pequeño chiringuito que suele instalarse en verano. Es muy habitual la práctica nudista en verano.
 En el momento de la instantánea el sol de otoño permite la playa desierta. Es momento de fotos sin que nadie interfiera en los encuadres.

SIERRA MADRILEÑA

La tarde del 19 de agosto de 2017 desde la Sierra de Guadarrama, podíamos ver este precioso atardecer. Dos días antes, unos terroristas atentaban en Barcelona y Cambrils. Mientras unos podíamos disfrutar de la maravilla de la naturaleza, a otros no se les permitía hacerlo ya nunca más, ni eso, ni ninguna ilusión cercana. ¡Se acabó! Todos los planes truncados. Por Alá. Como si Alá lo mandase así. Y cuando ves ese Sol que cada día se esconde, y que esas personas ya nunca volverán a verlo, piensas en lo inhumano que es ser político y querer tenerlo todo, dinero, poder, votos… ¿para qué?, si la muerte también les apuntará algún día a ellos, por viejos, enfermedad, asesinato... ¿se atreverá alguno de ellos en su programa electoral prometer erradicar el terrorismo, o por lo menos intentarlo, haciendo realmente algo para lograrlo? ¿O sólo posarán para la prensa en una falsa foto? Ésta, la mía, no es falsa, aunque con ella, tan solo pueda prometer intentar superarla.

Que el Sol vuelva a salir mañana, yo volveré a intentar cazarlo cuando se esconda.

COLLADO DE LA FACHA

Cuando pasas la noche entera en un refugio escuchando el ruido de una pedregada y a la madrugada el día se resiste a amanecer, no tienes otra opción que esperar a que los “dioses” te escuchen y te den una tregua para realizar la siguiente travesía. Collado de la facha, frontera franco española  (Col de la Fache 2664 m.) y bajada hacia el refugio español aragonés Respomuso. Este día, como el anterior y también como el siguiente, nuestras “plegarias” fueron escuchadas, ni una sola gota de agua. Desde el collado de la facha, pudimos observar como el tiempo de lluvia y granizo quedaba en zonas bajas francesas. Probablemente en el refugio francés Wallon, no se debió ver el sol en todo el día. Nosotros lo celebramos en Respomuso con una buena CERVEZA NACIONAL.

PUIG CASTELLAR

En la cima del Puig Castellar (a 303 metros de altura sobre el nivel del mar) se encuentran los restos del poblado ibérico de una tribu laietana, fundado alrededor del siglo VI a C.

Saliendo del centro de Santa Coloma de Gramanet, muy cerca de Barcelona, hay una excursión matinal de pocos kilometros que pasa por los restos del poblado ibérico. Un lugar donde poder cerrar los ojos y pensar como se vivía en épocas remotas y descubrir, gracias a los paneles informativos, la cultura, leyendas y costumbres de esas gentes que existieron y que también vivieron su vida, muy diferente a como la vivimos hoy en día. Las vistas son fantásticas y, aunque hoy no he cargado con mi cámara réflex, sí que me atrevo con mi móvil a hacer una panorámica de toda la ciudad de Barcelona con el mar al fondo medio tapado por la bruma que todavía permanece de una noche húmeda.

 

 

MONTSERRAT

He ido miles de veces a Montserrat, esa montaña la he recorrido por infinidad de senderos, que te aproximan a alguna de las numerosas vías de escalada que existen. Su silueta siempre me ha enamorado y  cuando me acerco a ella muchas veces la fotografío desde diferentes posiciones y en todas las estaciones del año. Una de ellas es la que plasmo aquí, otra de ellas la llevo, por siempre, tatuada en mi brazo.

ROBA ESTESA

Un día de verano, paseando por la Barcelona antigua, nos adentramos en un portal que dejaba ver el “cel obert” entre bloques de viviendas, donde la ropa estaba secándose al sol y producía los efectos de un filtro difusor cuando las sábanas se interponían debido a la pequeña brisa que había en ese instante, entre el objetivo y el astro rey. Una instantánea difícil a contraluz, analógica todavía, me hizo pensar mucho en la velocidad y el diafragma que debía usar. Al final disparé y solo me quedó esperar unos días a que el laboratorio me entregase las copias positivadas. Y aquí el resultado.

DESAGÜE ORIGINAL

Paseando por Menorca, cámara en mano, encontré este desagüe muy peculiar que me llamó mi atención. Imaginé el agua saltando de una teja a otra sin posibilidad de remediar la ley física de la gravedad. La tonalidad blanca de la calada pared, combinaba perfectamente con las tejas pintadas del mismo blanco. Solo el oxido de los años dejaba ver el desgaste que había producido el agua serpenteando de teja en teja. Me hubiera gustado esperar una tormenta de verano y ver el fenómeno de la vida pasar, pero ese día la meteorología no parecía tener ese plan y me limité a fotografiar encuadrando lo mejor que pude y seguir paseando por esa bonita Menorca.

CINCO VILLAS

En esta España llena de capitales y de grandes superficies donde pasar largas horas ociándose de productos de consumo y  donde se desconoce que hace muchos años existieron otros terrenos, otros lugares donde los habitantes salían a pasear por las afueras de sus pueblos, sin tiendas ni escaparates, en sus días festivos hacían eso y nada más, esos pueblos de la España de los trashumantes. Sus habitantes marcharon a las lejanas Américas en busca de fortuna, grandes salas de cine, bulevares,  lugares donde comerse una hamburguesa….y un trabajo en fabricas productivas y bien remunerado. Mientras sus hogares perdían primero el tejado y más tarde la vida. Abandonados, como si de una lacra se tratase. Y allí están todavía, abandonados en su eternidad. El bullicio que en su día tuvieron las plazas mayores de cada pueblo terminó, solo queda la gente que pasa, mira, fotografía y se va. Y los pueblos siguen pereciendo, muy poco a poco, para que su dolor sea así más intenso.

PASS'ARAN

Pass'Aran, travesía de cinco días por el corazón del Pirineo entre Catalunya y Francia. Todo cuanto puedas pensar, todo lo que pretendes disfrutar, a 2500 metros de altura se puede girar en un momento. El último día de la travesia y después de cuatro hermosas pateadas entre montañas pirenaícas, nos tocó el día pésimo, ese día ya por la mañana ví que no pintaba nada bien. Predicción nefasta en el refugio Araing, lluvias fuertes durante todo el día, y así fue. Nos propusimos llegar a Montgarri, final de la etapa y de la travesía, costase lo que costase, y no veas lo que costó.  Os puedo asegurar que no hay gorotex inventado para que soporte esa cantidad de agua caída del cielo. Estábamos en pleno infierno, palos de travesía plegados y guardados dentro de las mochilas para evitar atraer rayos, ruidos de truenos ensordecedores, largos, muy largos, como si alguien estuviese enfadado con el mundo... y por fin la calma. Olor a hierba mojada, aire puro al 100%. Descanso, empapados hasta las trancas, pero felices de haber podido salir del apuro. Fue entonces cuando me atreví a sacar de nuevo la cámara y plasmar el recuerdo de la tormenta acaecida unos instantes antes, luego miré el móvil, cobertura, fue el momento de hacer una llamada bonita,una llamada que ella esperaba.

PESCADERÍAS VIEJAS

Construido sobre un entramado de hierro y pintado de color rojo, el puente de las Pescaderías Viejas atraviesa el Onyar y comunica el casco antiguo de Girona con la zona más moderna de la ciudad.
El año 1876, con el fin de sustituir las antiguas pasarelas, las de madera que servían para atravesar el río, el Ayuntamiento contrató Gustave Eiffel, conocido por sus trabajos con el hierro. Una vez terminado el puente, los gerundenses lo llamaron de varias maneras -puente de Hierr...o, puente Eiffel o Palancas rojas-, pero la forma oficial con la que se acabaría conociendo es como Puente de las Pescaderías Viejas, en memoria de la lonja de pescado que había antiguamente cerca del río.

Quien no lo ha atravesado y fotografiado con su cámara. Lo complicado casi siempre es poder realizar la instantánea sin que aparezcan personas cruzando de un lado a otro.
Desde el puente, además de disfrutar de un referente arquitectónico ligado a la revolución industrial, se pueden ver las casas colgadas sobre el Onyar. Estos edificios presentan unas fachadas espectaculares pintadas en diversas tonalidades que configuran una de las imágenes más emblemáticas de la ciudad de Girona, pero en este caso quería que el puente representase el motivo único de mi fotografía y eliminé la saturación de todos los colores a excepción del rojo intenso del puente.

 

PALACIO DE CRISTAL

"Allá donde se cruzan los caminos..." Fue en un invierno frio, cuando viajé a Madrid por primera vez. Una gran familia me acogió, conocerla significó para mí un nuevo despertar. Preciosos días recorrí por calles estrechas con esencia a años pasados, cafeterías con deliciosas porras con chocolate, parques inmensos y palacios reales guardados por guardianes. Disparé y disparé hasta que la tarjeta de memoria se llenó de imágenes infinitas. Una de ellas, en el parque del Retiro, y con el Palacio de Cristal asomando por la ventana de una cueva hacia el lago. Mientras encuadraba la instantánea, un rayo de luz de atardecer hacía acto de presencia, entonces apreté otra vez el disparador.

RIGLOS

El pueblo de Riglos  perteneciente al municipio de Las Peñas de Riglos (Huesca), es un pintoresco caserío que irrumpe en el paisaje sobre el margen izquierdo del rio Gállego bajo unas formaciones geológicas de impresionante tamaño, con paredes de hasta 300 m de alto, denominadas Mallos de Riglos.

Un monolito en la entrada del pueblo, recuerda a los montañeros nacidos en esta villa de Aragón y que perecieron en los Alpes, Alberto Rabadá y Ernesto Navarro, grandes escaladores y alpinistas.

Desde el Mirador de los Buitres los atardeceres de verano, la luz del sol se filtra entre estos peñascos que hoy, multitud de escaladores trepan buscando la esencia que dejaron aquellos que con alpargatas y cuerdas de cáñamo empezaron conquistando diferentes vías y pasos de grados extremos. Eso les hace estar vivos.